Magerit Challenge

Y ya por fin terminó el Magerit Challenge, en donde cuatro equipos midieron sus fuerzas en un intento por terminar los casi 170 kilómetros de recorrido en un “non-stop” máximo de 33 horas.

Patines, bicicleta, kayak, trekking, coastering, natación, diferentes tipos de orientación (urbana, específica, de memoria, ...) y espeleología fueron las disciplinas a las que tuvieron que hacer frente los 16 raiders, en donde no sólo se ponía a prueba su resistencia física, sino también mental.

El inicio del recorrido se produjo en Cotos de Monterrey, a las 7 de la mañana, con un tiempo perfecto para este tipo de pruebas, con un itinerario de patines que daría paso al primer trekking de la prueba que los llevaría hasta El Vellón, en cuyas inmediaciones se realizaba la prueba de espeleología.

De vuelta a Cotos de Monterrey, se iniciaba el recorrido en bicicleta pasando por pueblos como La Cabrera hasta llegar al término municipal de El Berrueco, en donde la transición se realizó en el campo de fútbol hacia el segundo trekking de la prueba.

Las primeras diferencias entre equipos ya se hacían notar, con tiempos de más de una hora entre el primer y cuarto clasificado. La climatología empezaba a hacer efecto, con una subida de temperaturas que dificultaría aún más el recorrido.

La siguiente parada llevaba a los competidores hasta Cervera de Buitrago, en donde se enfrascarían en los 9 kilómetros de kayak, proporcionados por los compañeros de Meridiano Raid (http://www.meridianoraid.com/) hasta las paredes del embalse del Villar. Antes de salir del pueblo, un coastering con ortofoto obligaba a terminar zambulléndose en las aguas del embalse para alcanzar la baliza número 15.

Las diferencias de tiempos seguían creciendo, con una clara ventaja al equipo de ¿Ansia Pura? respecto al resto de competidores, en donde el último equipo terminó el coastering a las once de la noche, con más de 16 horas cargadas a sus espaldas o en sus alforjas.

Fue en este momento cuando se produjo el primer abandono, los + Chispa no pudieron continuar después de su salida de Cervera, y finalizaron la prueba en Robledillo de la Jara, mientras que los No hay dolor y más decidieron reducir el recorrido en vista de la caída de una noche en donde la luna brillaba para facilitar la visión de los equipos que quedaban en carrera.

Ya pasada la medianoche, algunos equipos se encontraron con dificultades no previstas: las fiestas populares en los pueblos del recorrido, pero aún así continuaron unas horas más hasta que el cansancio empezó a hacer mella. Mientras que los ¿Ansia Pura? continuaban a la cabeza sin detenerse a dormir, los dos equipos restantes decidieron detenerse unas horas: Tanto los Zen-Tauros como los No hay dolor y más a las afueras de Buitrago, sin ser conscientes de ello, casi en el mismo descampado.

Sin embargo, el nuevo día despertaba con un nuevo abandono: los Zen-Tauros no podían continuar más allá de Gargantilla de Lozoya debido a los dolores producidos por la dura etapa del sábado y, ante la visión del recorrido que tenían por delante, decidieron retirarse justo después del penúltimo treking con los puntos acumulados hasta el momento.

Mientras, los ¿Ansia Pura? continuaban imparables, realizando una subida al Pico de la Miel de cuatro horas de duración, superando el tiempo previsto debido a la complicación de la visión por la noche que impedía divisar correctamente el camino, en donde el cielo se había encapotado para descargar una ligera llovizna sobre los corredores.

Ya sobre las 12 de la mañana del domingo, llegaban a meta exhaustos pero muy satisfechos por ser los primeros en completar el recorrido. El último equipo que quedaba, los No hay dolor y más dieron el resto intentando llegar antes de las 4 de la tarde, pero la mala fortuna se cebo con ellos, en donde los múltiples pinchazos les impidieron llegar a tiempo a meta, con poco más de dos horas de retraso sobre el tiempo máximo.

Finalmente, todos los equipos tuvieron su premio, por el esfuerzo y tesón demostrados, y con la experiencia de haber vivido un recorrido por la sierra pobre y media de Madrid.

¿Estarán en el Challenge’10? Eso lo veremos el año que viene…