Crónica de Pineda

Esta vez, la crónica del Raid querría hacerla más personal, porque ha sido un fin de semana algo "duro" y raro, por varios motivos que podéis leer a continuación.

El viernes por la tarde nos desplazamos hasta el Camping de La Pineda en algo más de seis horas, en donde se hacía la primera prueba de material e incluso se probaba el material de rapel desde un columpio infantil.

El briefing sería a las nueve de la mañana siguiente, en donde nadie de la organización avisaba que el material de los patines se debía entregar antes del comienzo de la prueba, lo que motivó que muchos de los presentes en el briefing tuvieran que salir con el coche para desplazarse al punto de salida y entregar el material. Una vez acabado el briefing, el resto de presentes tuvimos que salir a la carrera a la zona de la salida, situada a más o menos un kilómetro del hotel donde se produjo la charla.

La salida, en kayak, la comenzaron Iván e Inés, con un mar "plano" y que les llevó a terminar esta primera sección en algo menos de una hora. La segunda parte reemplacé a Inés e iniciamos la segunda fase de kayak, en donde si Inés se mareó, yo salí con el estómago y la cabeza bastante revueltos.

La siguiente sección era la bici que hacíamos Inés y yo, que la completamos sin complicaciones por parajes realmente bonitos. Sin embargo, a mí no se me quitaba el mareo de encima.

La siguiente sección, de trekking y patines, la realizarían Iván e Inés. El trekking prácticamente de subida, mientras que los patines con una pendiente de subida no tan fuerte como en Cabra, pero muy larga, que terminaba en una bajada en la que más de uno se quitó los patines para completarla corriendo.

Terminados los patines, comenzaba la orientación específica por una zona boscosa en donde supuestamente tendría que haber tardado poco más de media hora en hacer el recorrido (6 balizas). Pues llevaba casi media hora y no había encontrado la primera por la dificultad del terreno. Al final, decidiendo que era mejor ahorrar tiempo para la bici nocturna, conseguí encontrar cuatro. Iván, que tomaba el relevo, hizo un impresionante tiempo de poco más de quince minutos encontrando las mismas balizas, ya que, según me contó él que le explicaron que para atacar a la primera baliza, la más complicada, no era buena idea ir recto (que es lo que hicimos muchos).

Así comenzábamos Iván y yo el trekking, con la primera parte de espeleología, seguida de un espectacular rapel volado de unos 50 metros. Ya abajo del cañón teníamos que volver arriba, por lo que tuvimos que atravesar el río y subir una zona de terrazas con una vegetación muy densa de zarzas. En este punto empecé a encontrarme peor, debido al esfuerzo y al mareo, pero opté por seguir comiendo algo para ver si evitaba la "pájara". La siguiente baliza la encontramos sin problemas, pero el siguiente tramo era un rompepiernas, con una fuerte subida que me hizo mella. El resto del trekking fue para mí un autentico suplicio, con ganas de vomitar (que tendría que haberlo hecho), sin fuerzas para poco más que andar, y para colmo, del esfuerzo, un ataque de asma...

El trekking que deberíamos acabar a las doce de la noche, lo hicimos con apenas 5 minutos de margen para el cierre de la siguiente sección, en donde Iván, con su rodilla tocada que sufriría en bici, y yo, sin fuerzas, optamos, después de ver el plano, en no hacerla y terminar haciendo el rogainning.

Esta sección la realizarían Iván e Inés ya en el camping de Prades, en donde de nuevo la vegetación impidió realizar suficientes puntos, y quedamos sólo a medio punto del tercer puesto en categoría mixta.

Ya por fin, mientras hacían el rogainning, vomité hasta el desayuno, ya que no había hecho la digestión en todo el día por culpa del mareo.

El domingo por la mañana quedaba sólo la etapa de "exhibición" por el pueblo, en donde nos encontramos con una injusticia (pero no la primera) por parte de la organización: no había puntuación ni hora de cierre. Esto significaba que dos equipos mixtos, que el día anterior la chica sólo había realizado cuatro de las cinco etapas, podrían tranquilamente terminar esta fase sin presión de horas de cierre ni de puntos, situación que para otros equipos, incluido el nuestro, supuso una desventaja al forzar a Inés a realizar las secciones el día anterior.

Esta etapa la hicimos Iván y yo, con varias vueltas a un circuito, que incluía coastering, bicicleta, kayak, patines y run & bike. Aquí, en la fase de patines, cometimos un error de "novatos", o más bien de los "nervios" al dejarnos el casco, por lo que nos penalizaron 12 puntos (que a estas alturas poco importaba ya), pero la mayor injusticia que creo se cometió el fin de semana es que al menos un equipo de los que competía en mixto (y que quedaron terceros), no realizaron una de las vueltas en patines, por lo que no hubiesen terminado el recorrido y por lo tanto no hubiesen realizado el 50% con la chica. Esta situación hubiese beneficiado a Peña Guara, que entrarían en el podio.

Tras la pertinente reclamación, en donde el director de carrera se comportó como lo llevaba haciendo durante todo el raid, como un %%$#@, a nuestra pregunta de dónde podíamos hacer una reclamación nos dijo, de entrada "que sepáis que tenéis doce puntos de penalización". Sí, vale, pero no te he preguntado eso... Al final ponemos la reclamación (Peña Guara también) y según el juez de la FEDO la juez que controlaba el paso de los patines marcó que pasaron dos veces. Pedimos una comprobación con la Sport Ident, ya que era fácil comprobar que si de media se tardaba en patines X minutos, esos equipos deberían tener bastante menos que X. Amablemente nos dijo que lo comprobaría, pero se lo pasó por el forro de ahí abajo aunque luego nos dijo que no habían tomado los "tiempos parciales" (¿¿¿???).

En fin, que no merece la pena discutir por una camiseta o un trozo de cristal que nosotros ya no íbamos a conseguir ni ganas (sinceramente, ha sido un raid en que yo particularmente jodí al equipo), pero sí que es verdad que para mí, que no tengo ningún tipo de prejuicio zonal hacia Cataluña, las actitudes de la organización y de un grupo de voluntarios dejaban mucho que desear, ya que si pregunto algo en español/castellano, es de mala educación contestar en catalán.

En definitiva, que por mi parte, y parece ser que desde Peña Guara también, el año que viene no cuenten conmigo, porque además de ser el Raid más caro, el servicio y la atención prestada es una mierda comparada con otros raids mucho más baratos, pero en donde la actitud de la organización tiene una calidad muy superior y te hacen sentir parte de una gran familia dentro del deporte que practicamos.

Desde aquí también felicitar a las Tjalve, y también a Bermejo, que a pesar de pensar que el kayak se hacía a nado por todas las veces que volcaron, consiguieron recuperarse y acabar segundos en categoría élite.